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jueves, 24 de agosto de 2017

COMENZANDO CON UN FIN EN MENTE

“Cuando no hay visión, el pueblo se desvía; ¡dichoso aquél que obedece la ley!” Proverbios 29:18


Todos cumpliremos con un fin en este año, pero no todos alcanzaremos un fin correcto si no nos lo proponemos y luchamos por él.


1.   NUESTROS LOGROS COMIENZAN EN LA MENTE

    El Señor nos da la capacidad de visualizar el fin que queremos alcanzar este año. Nuestra mente tiene la capacidad de imaginar lo que queremos logar en el corto plazo: el modelo de familia que deseamos, la clase de amistad que desarrollaremos, la relación que construiremos con nuestros compañeros de trabajo, la misión que cumpliremos en la iglesia y el impacto que lograremos en el reino de Dios.
    Comencemos este año con una idea clara de lo que queremos ser y de lo que queremos hacer. Nuestros logros son como un bebé, primero se conciben en nuestro interior, y luego se dan a luz mediante su implementación.

2.   NUESTRA VIDA SIEMPRE SEGUIRÁ UN DISEÑO

    ¿Cómo llegaremos a nuestro destino si ni siquiera tenemos uno? ¿Quién se subirá a un autobús  si el conductor no sabe a dónde va? ¿Cómo se unirá a un equipo cuyo entrenador dice “improvisen lo mejor que puedan”? No se improvisa para construir un edificio, o para iniciar un negocio. Tenemos que trabajar en un diseño.
    Nuestra vida seguirá un diseño, ya sea de otras personas, o de las circunstancias, o de nosotros mismos guiados por Dios.
    Cuando Dios nos creó, trabajó en un diseño  que nos hiciera únicos, extraordinarios, gloriosos, trascendentes: ese diseño lo descubrimos mediante la revelación de Dios. Analice su vida y comience a diseñar, con la guía de Dios, la vida que desea vivir.

3.   NUESTRA VISIÓN DETERMINA LA META CORRECTA
    El Dr. Martin Luther King tuvo un sueño, y Dios cumplió su sueño; Billy Graham tuvo una meta, y hasta hoy la sigue cumpliendo; Juan Knox tuvo una petición a Dios, y Dios lo escuchó.
    Piensen en algunas personas famosas que tuvieron un sueño y alcanzaron su meta en la vida: María Félix, Rocío Dúrcal, Steve Jobs, Salma Hayek, Roberto Gómez Bolaños, ¿pero habrá sido la meta correcta? ¿Estará Dios satisfecho con esas metas alcanzadas?
    Pidamos iluminación para nuestro corazón para visualizar la meta que Dios tiene para nuestra vida y luchemos por alcanzarla.

4.   NUESTRA VISIÓN DETERMINARÁ NUESTROS LOGROS

    La visión trae cuatro beneficios que asegurarán el cumplimiento de nuestra meta:

·  PERSPECTIVA. Marca un punto de vista desde donde podemos ver y considerar todas las demás cosas.
· PERSEVERANCIA. La visión de lo que queremos lograr implicará dificultades y obstáculos en el camino, pero la visión nos dará fuerzas.
·  PAZ. Mucha gente se aflige, o se suicida porque no saben para qué existen, pero cuando sabemos nuestro  propósito, sentimos paz.
· PASIÓN. Cuando Dios nos ha convencido del fin para el cual nos hizo, despierta en nosotros una pasión ferviente por alcanzarlo.

5.   PODEMOS CORREGIR LA HISTORIA DE NUESTRA VIDA

      Nosotros somos los líderes de nuestra propia vida, somos los que confeccionamos, guiados por el Espíritu Santo, la trama de nuestra historia. Nuestro ascenso hacia la meta vislumbrada requiere elegir la mejor ruta, pero en el proceso hay senderos cortados, callejones sin salida, piedras sueltas, y tenemos que corregir el camino.
    Moisés no llegó a la tierra prometida por una vía corta; David no llegó a sentarse al trono de las 12 tribus en un día; Pablo no atravesó hasta el Ilírico en un solo viaje. Sólo Cristo y Nabal no tomaron tiempo para hacer correcciones a sus caminos. Cristo porque era perfecto, y Nabal porque era necio

6.   PONGA A JESÚS COMO RECTOR DE SUS PLANES
    Si se centra en su cónyuge, fracasará; si se centra en la familia, fracasará; si se centra en el dinero, fracasará; el trabajo, las posesiones, el placer, los amigos, son objetos equivocados sobre los cuales depositar el control de su vida. Los caprichos, las limitaciones y el pecado inutilizan tales valores.

    Cristo es el modelo que Dios nos ha dado para diseñar nuestra propia vida, y, él mismo, es el poder en nuestro interior para darle forma a nuestra vida. Él es la piedra angular que debe determinar los alcances de nuestra vida. Todos los planes que tengamos tenemos que ponerlos a la consideración del Señor Jesucristo.

                                                                                                                   Pastor Moisés Brito Valeras