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lunes, 9 de enero de 2012

SAMUEL RECONCILIA A ISRAEL CON DIOS

Pastor Moisés Brito Valeras
1 Samuel 7

1 Vinieron los de Quiriat-jearim, se llevaron el Arca de Jehová y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar, su hijo, para que guardara el Arca de Jehová.
2 Desde el día en que llegó el Arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel suspiraba por Jehová.
3 Habló entonces Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: «Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad de entre vosotros los dioses ajenos y a Astarot, dedicad vuestro corazón a Jehová y servidle sólo a él, y él os librará de manos de los filisteos.»
4 Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová. 5 Luego dijo Samuel: «Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová.»
6 Se reunieron, pues, en Mizpa, sacaron agua y la derramaron delante de Jehová; ayunaron aquel día allí, y dijeron: «Contra Jehová hemos pecado.» Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa. 7 Cuando supieron los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel; al oír esto, los hijos de Israel tuvieron temor de los filisteos. 8 Entonces dijeron los hijos de Israel a Samuel: «No ceses de clamar por nosotros a Jehová, nuestro Dios, para que nos guarde de manos de los filisteos.»
9 Tomó Samuel un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová lo escuchó. 10 Mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Pero Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, los atemorizó y fueron vencidos delante de Israel. 11 Los hijos de Israel salieron de Mizpa, siguieron a los filisteos y los hirieron hasta abajo de Bet-car. 12 Tomó luego Samuel una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, porque dijo: «Hasta aquí nos ayudó Jehová.»
13 Así fueron sometidos los filisteos y no volvieron a entrar más en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel. 14 Fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró su territorio de manos de los filisteos. También hubo paz entre Israel y el amorreo.
15 Samuel juzgó a Israel todo el tiempo que vivió. 16 Hacía cada año un recorrido por Bet-el, Gilgal y Mizpa. Juzgaba a Israel en todos estos lugares. 17 Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa. Allí juzgaba a Israel y también allí edificó un altar a Jehová.

INTRODUCCIÓN
   El puente más grande del mundo, de acuerdo con el Récord Guiness, está en México. Es el Puente Baluarte Bicentenario que une los extremos Mazatlán-Matamoros y cruza el Espinazo del Diablo, la temida Sierra Madre Occidental. Su altura es de 402 metros y su longitud de mil 124 metros. Debajo del puente, en su parte media, cabe la Torre Eiffel. Su propósito es elevar la calidad de vida de las familias de la región e impulsar el desarrollo comercial y turístico de la costa de Sinaloa.
   La vida de Samuel es el puente que une dos épocas, la oscura época de los jueces y la gloriosa época de la teocracia. El capítulo de hoy es el final de la era de los jueces y la preparación para la era de los grandes reyes de Israel.
   Nuestra vida también es un puente usado por Dios que une a dos generaciones. Nuestra tarea es llevar la obra de Dios a un nivel de mayor fruto, excelencia y gloria.

1.  EL PECADO OTORGA AL ENEMIGO EL CONTROL   El  regreso del Arca del Pacto al territorio Israelita no significaba que el pueblo se hubiera reconciliado con Dios. Israel no sabía qué hacer con el Arca. Olvidaron la comunión que debían tener con el Señor del Pacto. Su mirada estaba en el objeto, no en su dueño. Veinte años el Arca se quedó guardada en Quiriat-jearim, sin que el pueblo confesara su pecado por el cual habían perdido la batalla con los filisteos.
   Fueron veinte años de opresión y sufrimiento. “Y toda la casa de Israel suspiraba por Jehová” (v. 2b). Nuevamente el ciclo regular de Jueces se repite. Pecado-opresión-clamor-liberación.
   Mediante la prosperidad Dios nos llama suavemente; mediante la opresión Dios nos llama a gritos.
   No importa cuántos objetos religiosos tengamos cerca, mientras no abandonemos el pecado, habrá sufrimiento. El sufrimiento es una de las maneras en que Dios nos despierta, nos sacude del sueño mortal y nos arrastra hacia Él. El pecado nos esclaviza y nos tortura. Dios quiere hacernos libres.

2.  LA CONFESIÓN DEL PECADO NOS TRAE LIBERTAD   Una de mis hijas es alérgica al polen, a los gatos, al aguacate, y al polvo en general. Hay lugares, objetos y animales que tiene que evitar para cuidar su salud. En caso contrario tiene que tener su medicamento cerca.
   Sus alergias tienen que ver con su bienestar físico, pero todos los que creemos en Cristo tenemos que alejarnos de ciertas cosas que nos  producen alergia espiritual.
  Dios dice que nos apartemos de fornicación, ira, enojo, malicia, blasfemia, engaño, hipocresía, envidias, corrupción, iniquidad, necedades, idolatría y toda especie de mal.
   Samuel aparece nuevamente en el escenario para llamar al pueblo de Dios al arrepentimiento. Aparece como adulto, maduro, en su papel de profeta. La confesión de su pecado, la renuncia a la idolatría y la dedicación de todo corazón al Señor les devolvería la libertad.
   Reunió al pueblo en Mizpa donde se realizaría la reconciliación. Samuel oró por el pueblo y el pueblo derramó su corazón ante Dios.

3.  EL PERDÓN ES POSIBLE GRACIAS AL MEDIADOR   Cuando los filisteos escucharon respecto a una Asamblea Nacional de Israel en Mizpa, salieron para atacarlos. Los israelitas cayeron en pánico. La reunión se vio interrumpida. Sin embargo, rápido volvieron en sí y le pidieron a Samuel que continuara con la ceremonia.
   Su petición refleja la necesidad de un Mediador entre el pueblo y Dios. Samuel pudo interceder, presentar el sacrificio y bendecir al pueblo, gracias a la obra de Jesucristo en él.
   Samuel sacrificó al cordero en holocausto en señal de la dedicación completa del pueblo a Dios, y en señal de la obra perfecta que Cristo haría para limpiar nuestros pecados. Él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
  Jesús es el Perfecto Mediador que ahora nos llama a una entrega completa, que ora por nosotros y con su sacrificio nos limpia de todo pecado.
   Él es el Profeta que nos amonesta, el Juez que juzga nuestro corazón y el Sacerdote que vino y “con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (He. 10:18).

4.  EN CRISTO SOMOS MÁS QUE VENCEDORES   Mientras Samuel ofrecía el sacrificio, los filisteos se acercaban para atacar. El escenario es alarmante. Los israelitas habían venido desarmados, a un culto de reconciliación con Dios. La experiencia del pasado inmediato les traía miedo. Estaban asustados. En cambio los enfurecidos filisteos venían con sus príncipes, preparados para una victoria aplastante.
   Pero ponga atención: Jehová escuchó a Samuel; Samuel sacrificaba el holocausto a Jehová. El holocausto “le será aceptado como expiación” (Lv. 1:4); “ofrenda quemada de olor grato para Jehová” (Lv. 1:9). El director del culto no era un levita, ni Samuel. Era Jehová.
   Los filisteos no estaban interrumpiendo a Israel, ni a Samuel, sino al Soberano de la tierra.
   El Señor respondió inesperadamente contra sus enemigos. Su voz tronó como el sonido de mil rayos. Los filisteos huyeron despavoridos y los israelitas los persiguieron y los vencieron.

5.  LA COMUNIÓN CON DIOS NOS ASEGURA SU AYUDA   Israel reconocía ahora que su única esperanza residía en el poder de Dios. Habían renunciado a Baal, a Astarté, y a cualquier divinidad pagana.
   Dice Deuteronomio 6:13: “A Jehová, tu Dios, temerás, a él solo servirás y por su nombre jurarás”. Los israelitas cumplen el primer mandamiento del decálogo y afirman su lealtad a Jehová.
   Samuel coloca una piedra en señal del comienzo de una nueva etapa en la vida de Israel, la etapa de la ayuda de Dios. Eben-ezer significa “Piedra de Ayuda”. Pone el límite entre el mundo y el reino de Dios.
   La piedra recordaría a los filisteos quién gobierna el territorio de Israel, y cada generación de Israel recordaría de dónde viene el socorro para los hijos de Dios.
   Hoy tenemos que hacer un pacto de fidelidad con Dios para mantener nuestra relación exclusiva con Él. Renunciemos al pecado, a la inmoralidad, a los gritos, al engaño, a las ofensas, a la suerte, al amor al dinero, y llevemos a nuestra familia a una nueva etapa en su comunión con Dios.

6.  TU MINISTERIO PUEDE TRAER LA PAZ   Samuel inició su judicatura construyendo una nueva atmósfera dentro de Israel, en sus fronteras y con los extranjeros que habitaban en el interior de Israel.
   Aunque los filisteos siguieron causando problemas, su poder quedó considerablemente reducido. Sería el rey David quien finalmente exterminaría su influencia en Israel.
   La paz entre Israel y los cananitas trajo libertad para mantener la seguridad en sus fronteras. La paz dentro del pueblo de Dios nos ayuda a vencer al mundo.
   Como Juez, Samuel viajó a través del país para enseñar al pueblo las leyes del pacto. Regresaba a Ramá, donde ubicó su residencia, distanciándose de las ruinas de Silo. Estableció escuelas de profetas en Bet-el, Gilgal, Mizpa, Ramá y Jericó.
   Dios, mediante el ministerio de su profeta, había traído paz a su pueblo. Pronto, a través de Samuel, Dios traería al rey de paz.
ORACIÓN DE RECONCILIACIÓN
  
Amoroso Padre Celestial, dame la gracia para volverme de todo corazón a tí. Tú que conoces todas las cosas, sabes por todo lo que he tenido que pasar, para llegar a este momento en que reconozco mi profunda necesidad de tí.
   Te confieso que mi vida no ha crecido como debería en tu verdad y tu amor. Te confieso que en muchas ocasiones he caído en la indiferencia, la rebeldía y la infidelidad a tí. Hoy te pido, que por la preciosa sangre de tu Hijo en la cruz, me perdones.
   Que limpies mi corazón de toda idolatría. Ayúdame a amarte con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Dame un nuevo corazón y un nuevo ánimo para obedecerte.
Ayúdame a crecer en la gracia y en el conocimiento de tu Hijo Jesucristo. Te entrego voluntariamente mi vida; me someto completamente al señorío de mi Señor Jesucristo; me rindo totalmente a la obra santificadora de tu Santo Espíritu.
   Dame la fuerza y la voluntad para hacer los cambios necesarios en mi vida, y te doy gracias por concederme tu perdón, tu amor y tu paz.
En el nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.
Enero 08, 2012

lunes, 2 de enero de 2012




 LA FE DE LA MUJER CANANEA
Pbro.  Moisés Brito Valeras
Mateo 15:21-28
21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región comenzó a gritar y a decirle:
   —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
 23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces, acercándose sus discípulos, le rogaron diciendo:
   —Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros.
 24 Él, respondiendo, dijo:
   —No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo:
   —¡Señor, socórreme!
 26 Respondiendo él, dijo:
   —No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros.
 27 Ella dijo:
   —Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
 28 Entonces, respondiendo Jesús, dijo:
   —¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres.
   Y su hija fue sanada desde aquella hora.

INTRODUCCIÓN

  Alan y Penny McIlroy adoptaron a dos niñas. Adoptar niños es algo loable, pero no muy raro. Escoger niños para adoptarlos teniendo éstos necesidades especiales es algo más significativo, pero no único. Lo que destaca esta historia es la gravedad de los problemas de salud de los niños adoptados.
   Selena, la menor, es una recién nacida incapaz de ver, oír, hablar o moverse. Al nacer, la sobredosis de su madre afectó gravemente su cerebro. Alan y Penny la adoptaron a las siete semanas.
   Destiny, la mayor, le lleva por un año a su hermana. También yace en una cama, inmóvil y pasiva. No habla, y al igual que su hermana es alimentada por un tubo. Alan y Penny nunca escucharán sus voces, nunca las escucharán cantar en un coro, nunca las verán graduarse de una universidad. Nunca recibirán un beso de sus labios, nunca escucharán un "te quiero".
   ¿Qué clase de amor es aquel que adopta tragedias? Es la clase del amor de Jesús que busca a los que no tienen esperanza.

1.  JESÚS SALE A BUSCARNOS
"Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón." v. 21
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” Miqueas 5:2.

   Dios salió en busca de Adán después de que éste se rebeló; Dios descendió de su trono para detener la necia construcción de la torre de Babel; Dios salió a buscar a Ismael y su madre cuando éstos agonizaban en el desierto; Jesús salió de su cielo para venir a buscar al perdido; Jesús salió de su pueblo Nazaret para ir a llamar a sus discípulos; Jesús salió de Galilea para ir a buscar al paralítico en el estanque de Betesda; Jesús salió hacia Samaria porque le era necesario encontrarse con la mujer samaritana; Jesús  salió de los límites del territorio de Israel para atender a la mujer cananea. La navidad nos recuerda que el Redentor salió de su trono para buscarnos a usted y a mí.
   Nosotros también somos como Él en el mundo. No estamos para acomodarnos en nuestra zona de confort; hemos sido llamados a salir.

2.  JESÚS PROVEE LA SOLUCIÓN AL MAL
"Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región comenzó a gritar y a decirle:
   —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio." v.22
“Y por la fe en su nombre, es el nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este hombre a quien veis y conocéis; y la fe que viene por medio de Él, le ha dado esta perfecta sanidad en presencia de todos vosotros.” Hechos 3:16 (LBLA).

   El inicio de este capítulo ilustra el rechazo de los judíos contra Jesús, escribas y fariseos vienen desde Jerusalén a ponerle trampas. El Señor sufre la incredulidad de líderes religiosos, de los que comieron el pan multiplicado y la poca fe de sus discípulos. Pero ahora encuentra oro en la basura. Una flor en el desierto. Fe entre los gentiles.
   Recordemos el propósito de Jesús al venir a la tierra: “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” 1 Juan 3:8b. La mujer pide algo que está en la agenda de Jesús.
   La mujer cananea, sin tener los privilegios religiosos de los varones, sin tener la ciudadanía israelita, sin tener las ventajas de una levita, reconoce en Jesús al SEÑOR, EL HIJO DE DAVID, el Mesías, y por tanto, la respuesta perfecta para su desgracia. Su convicción la demuestra por su constante exclamación: “clamaba”.
   Pero la fe no es una virtud humana, es un don de Dios:
“Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios… de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” 2 Ts. 2:13. 

3.  JESÚS PRUEBA NUESTRA FE
"Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces, acercándose sus discípulos, le rogaron diciendo:
   —Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros." v.23
“Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé”  Ezequiel 22:30.

   La mujer hizo la oración correcta, a la persona correcta, con la actitud correcta y por una razón correcta. Pero se halló ante un muro silencioso. El cielo estaba cerrado. No obstante Jesús había encargado a sus discípulos:
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” Mateo 10:8. ¿Intercederán los discípulos por esta niña endemoniada? ¿Les conmoverá el clamor de una madre?
   En el pasado Dios había sanado al extranjero Naamán; salvó a Rahab, otra cananea. ¿Y no había entre los discípulos un tal “Simón, el cananeo”? (Mt. 10:4). Luego entonces ¿Por qué los discípulos permanecen callados ante esta escena?
   Jesús está probando la fe de sus discípulos; está evaluando su crecimiento.
   Es lo mismo para nosotros hoy. ¿Qué hacemos ante el dolor de los extraños? ¿Clamamos a favor de la tierra?

4  JESÚS OCULTA SU ROSTRO
"Pero Jesús no le respondió palabra... respondiendo, dijo:
   —No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel."   Vv. 23,24
“Dios mío, clamo de día y no respondes; y de noche no hay para mí descanso.”  Salmo 22:2

   Esta es una experiencia que a veces callamos y a veces reclamamos. Oramos y temporalmente Dios calla. El tribunal está desolado. El teléfono divino no tiene línea.
   Abraham se cansó de esperar la promesa de un heredero en quien las naciones serían benditas. Veinticinco años pasaron en que los nudillos del patriarca en la puerta del Creador no obtuviera respuesta.
   El padre de la fe recibió la orden de sacrificar a su único hijo y su mente entró en conflicto. Esperaba alguna nueva orden y por ello no lo comentó con su querida esposa. Tres días caminó con su pequeño esperando que Dios se le apareciera con una orden diferente. Pero Dios ocultó su rostro.
   La mujer cananea recibió silencio y humillación, pero no desistió. Perseveró en su petición.

5.  JESÚS DEVELA NUESTRA FE
"Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: —¡Señor, socórreme!
 Respondiendo él, dijo: —No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros.
 Ella dijo: —Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos."  vv. 25-27
“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba… Y dijo (el varón): —Déjame, porque raya el alba.
Jacob le respondió: —No te dejaré, si no me bendices.
Entonces el hombre dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” Génesis 32:24,26,28

    La mujer no solo tenía fe, lo cuál ya era de alabarse, sino una fe heroica. Aunque la fe en Cristo es un regalo de Dios tenemos que cultivarla.
    Ella fortaleció su fe buscando a Jesús, confiando en su poder soberano, aferrándose a la promesa oída, recurriendo en humildad a su presencia y respondiendo sus desafíos en aras de su gloria.
Jesús había dicho que los discípulos fueran primero a llas ovejas perdidas de Israel, y después podrían ir a los gentiles. Pero ya en el pasado había habido adelantos del extendimiento del evangelio a todas las naciones. La mujer reclama su derecho a recibir como gentil la bendición prometida a Abraham. Luchar con Dios mediante la fe no era algo nuevo.
   Esa fue la actitud del padre de Israel. Cuando el ángel luchó con él, Jacob se aferró a la promesa que Dios le había hecho:
“Y tú has dicho: “Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que por ser tanta no se puede contar.” Gn. 32:12
   Y con esa promesa en mano, el patriarca luchó con Dios hasta obtener la bendición.
   David, Moisés, Job, sostuvieron luchas mediante las cuales Dios reveló la fe que había puesto en su corazón.

6.  JESÚS RECOMPENSA NUESTRA FE
    "Entonces, respondiendo Jesús, dijo: —¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres.
    Y su hija fue sanada desde aquella hora." v. 28
 “Para que, sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, se prueba con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.” 1 Pedro 1:7.

   La fe de la mujer cananea quedó como un diamante diseñado por Jesucristo con los cortes de la sabiduría, perseverancia, humildad, confianza y astucia santa.
   Abraham “se fortaleció en fe” (Ro. 4:20) mediante su perseverante espera. Jairo confirmó que solo su fe (Mr.5:36) fue suficiente para ver a su hija viva después del retraso de Cristo, el Sanador.
   La fe de Felipe se afianzó (Juan 6:6) después que al no poder darle de comer a los cinco mil, recurrió a Jesús, quien multiplicó los panes y los peces.
   ¡Que alivio para la mujer cananea cuando escuchó las palabras de Jesús: “Que te sea hecho como tú deseas”! La mujer cananea se convierte en un adelanto del día en que las puertas del reino de Dios se abrieron de par en par para todos los gentiles. Su ejemplo nos inspira a perseverar en la fe.

NO DESISTAS 

Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir,
cuando tengas poco qué hacer,
pero mucho que pagar,
y precises sonreír
aún teniendo que llorar;
cuando ya el dolor
te agobie y no puedas ya sufrir;
descansar acaso debes
pero nunca desistir.

Tras la sombra de la duda
ya plateada, ya sombría,
da pues seguir al triunfo,
no al fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia
figurarse cuan cercano puede estar
el bien que anhelas;
y que juzgas tan lejano.

Lucha pues, por más que tengas
en la brega que sufrir.
¡Cuando todo está peor,
más debemos insistir !

Rudyard Kipling