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lunes, 5 de febrero de 2018

LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN

1 Pedro 1:3-9
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, 5 a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. 6 Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. 7 El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele. 8 Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y, aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.

INTRODUCCIÓN


Nuestra salvación es segura porque es una obra de Dios.
Estando en su lecho de muerte, le preguntaron a Sir Michael Faraday, el científico descubridor del magnetismo, qué teorías tenía acerca de la vida después de la muerte.
- “¿Teorías? – contestó sorprendido - ¡pues no tengo ninguna! Sólo tengo certidumbres. “Porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado” (2 Ti. 1:12).

Nuestra salvación es segura porque:

1.     SU AUTOR ES DIOS
       Ninguna nota resuena más clara del génesis al apocalipsis que ésta: “La salvación es del Señor”. Es Dios el que “nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva”. La alabanza es para él,  no para nosotros.

2.     SU BASE ES UN PACTO ETERNO. Jer. 32:38-40
     La Biblia nos habla de un pacto de gracia que Dios ha sellado con su pueblo para garantizar nuestra salvación. Pero este pacto descansa en un pacto de redención celebrado entre el Padre y el Hijo desde la eternidad. Dios no improvisa ni tiene fracasos. La salvación, de principio a fin, obedece a un plan eterno.

3.     TENEMOS FE EN CRISTO
        Dios nos protege en el camino de la salvación mediante la fe. Este fue el extraordinario descubrimiento de Lutero. El monje había luchado durante toda su vida por ganar su salvación, hasta que, subiendo de rodillas “la escalinata sagrada” en Roma descubrió que: “El justo por la fe vivirá” (Ro.1:17)

4.     ES UN REGALO DE LA GRACIA DE DIOS. vv. 3-4
         Un amigo le preguntó a un viejo pescador que vivía junto al mar si todavía creía que iba al cielo. “Mira por la ventana”, dijo el pescador.” ¿Están todavía allí las siete montañas?” “Sí”, dijo su amigo. “Pues bien”, dijo el pescador, “Las montañas podrán cambiar de lugar, los cerros podrán venirse abajo, pero mi amor por ti no cambiará”, dice el Señor. (Is 54:10; 1 P. 1:23:25).

5.     PROVIENE DE UN PERDÓN COMPLETO. Ro. 8:1; Sal. 103:12
       La salvación incluye un perdón total y para siempre. Los pecados pasados, presentes y futuros son perdonados. Nos justifica del pasado, nos santifica en el presente y nos glorifica en el futuro.

6.     SE SOSTIENE POR UNA CADENA DIVINA. Ro. 8:29-35
         En teología esto se llama “ordo salutis”, el orden de la salvación. Es el proceso diseñado y ejecutado por Dios para la redención de sus escogidos. No existe poder en el universo que pueda frustrar el plan de redención.

7.     HAY UN CAMBIO EN MI CARÁCTER. v. 8
         La salvación tiene evidencias. Dios cambia el corazón, la mente, los afectos, la voluntad y la dirección de nuestra vida. Al Cristo que ignorábamos ahora lo amamos, le confiamos nuestra vida y nos gozamos en su salvación.

8.     HAY FRUTOS DE ARREPENTIMIENTO. v. 9; Lc. 3:8
     Los frutos no son la causa de la salvación, sino su resultado. Jesucristo señaló la importancia de los frutos como señales de la obra del Espíritu en el corazón. La obediencia, la adoración y el servicio a Dios, deben estar a la vista.

9.     HAY PROGRESO EN MI VIDA CRISTIANA
  Una fe acrisolada es aquella que ha sido puesta a prueba y se ha limpiado de las impurezas del pecado y de la incredulidad. Las pruebas sirven para deshacernos del pecado y  revelar las virtudes del Espíritu en  nosotros.

10.  SIENTO PESAR POR EL PECADO. 1 Jn.1:7,9; 3:9
   Ningún creyente en Cristo está exento de pecar, pero ése no es su estilo de vida normal, el pecado le avergüenza, le duele y lo conduce a Cristo en busca de ayuda y de perdón. Eso es señal de que es hijo de Dios.

11.   LA PROMESA ES DE VIDA ETERNA. 1 Jn. 5:13
  La herencia en los cielos es indestructible, incontaminada e inmarchitable. Es otra manera de describir la vida eterna. Dios no nos da una vida mejor, vida feliz o vida larga. Nos da vida eterna.

12.   TENGO AMOR POR MI HERMANO. 1 Jn. 1:5-6
Si un cristiano habla como pagano, se divierte en cosas paganas, y su ambiente son sus amigos paganos, entonces es un pagano. La seguridad de mi salvación se pone en evidencia cuando yo amo a mis hermanos, amo estar con mis hermanos, amo ayudar a mis hermanos y amo perdonarlos.

13.   HE SIDO DISCIPLINADO POR DIOS. He 12:6
    Si Dios ha tenido que someterme a disciplina para corregirme, debo estar agradecido de que me demuestre que soy su hijo. Puedo ver las vidas de Job, Moisés, David, Salomón, Pedro, Pablo, todos recibieron disciplina divina.

14.   TENGO TESTIMONIO DEL ESPÍRITU SANTO. Ro. 8:16
    Spurgeon relata su conversión en los siguientes términos: “En ese momento mi alma fue inundada por la realidad de la gracia de Dios. Miré a la cruz de Jesucristo y vi allí sus manos perforadas por mis pecados; lo vi cargando el peso de mis pecados sobre su espalda, vi la ira de Dios que yo merecía, recaer sobre él. ¡Y en ese momento supe que todo había terminado! Todo había sido hecho, el pago ya se había efectuado, nada quedaba por hacer, y yo supe que había recibido la vida eterna”.

Pastor Moisés Brito Valeras

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