Todos cumpliremos con un fin en este año, pero no todos alcanzaremos un
fin correcto si no nos lo proponemos y luchamos por él.
1.
NUESTROS
LOGROS COMIENZAN EN LA MENTE
El Señor nos da la capacidad
de visualizar el fin que queremos alcanzar este año. Nuestra mente tiene la
capacidad de imaginar lo que queremos logar en el corto plazo: el modelo de
familia que deseamos, la clase de amistad que desarrollaremos, la relación que
construiremos con nuestros compañeros de trabajo, la misión que cumpliremos en
la iglesia y el impacto que lograremos en el reino de Dios.
Comencemos este año con una
idea clara de lo que queremos ser y de lo que queremos hacer. Nuestros logros
son como un bebé, primero se conciben en nuestro interior, y luego se dan a luz
mediante su implementación.
2.
NUESTRA
VIDA SIEMPRE SEGUIRÁ UN DISEÑO
¿Cómo llegaremos a nuestro
destino si ni siquiera tenemos uno? ¿Quién se subirá a un autobús si el conductor no sabe a dónde va? ¿Cómo se
unirá a un equipo cuyo entrenador dice “improvisen lo mejor que puedan”? No se
improvisa para construir un edificio, o para iniciar un negocio. Tenemos que
trabajar en un diseño.
Nuestra vida seguirá un diseño, ya sea de otras personas, o de las
circunstancias, o de nosotros mismos guiados por Dios.
Cuando Dios nos creó, trabajó
en un diseño que nos hiciera únicos,
extraordinarios, gloriosos, trascendentes: ese diseño lo descubrimos mediante
la revelación de Dios. Analice su vida y comience a diseñar, con la guía de
Dios, la vida que desea vivir.
3.
NUESTRA
VISIÓN DETERMINA LA META CORRECTA
El Dr. Martin Luther King
tuvo un sueño, y Dios cumplió su sueño; Billy Graham tuvo una meta, y hasta hoy
la sigue cumpliendo; Juan Knox tuvo una petición a Dios, y Dios lo escuchó.
Piensen en algunas personas famosas que tuvieron un sueño y alcanzaron su meta en la vida: María Félix,
Rocío Dúrcal, Steve Jobs, Salma
Hayek, Roberto Gómez Bolaños, ¿pero habrá sido la meta correcta? ¿Estará Dios
satisfecho con esas metas alcanzadas?
Pidamos iluminación para
nuestro corazón para visualizar la meta que Dios tiene para nuestra vida y
luchemos por alcanzarla.
4.
NUESTRA
VISIÓN DETERMINARÁ NUESTROS LOGROS
La visión trae cuatro
beneficios que asegurarán el cumplimiento de nuestra meta:
· PERSPECTIVA. Marca un punto de vista desde donde podemos ver y considerar todas las
demás cosas.
· PERSEVERANCIA. La visión de
lo que queremos lograr implicará dificultades y obstáculos en el camino, pero
la visión nos dará fuerzas.
· PAZ. Mucha gente se aflige, o se suicida porque no saben para qué existen,
pero cuando sabemos nuestro propósito,
sentimos paz.
· PASIÓN. Cuando Dios nos ha convencido del fin para el cual nos hizo, despierta
en nosotros una pasión ferviente por alcanzarlo.
5.
PODEMOS
CORREGIR LA HISTORIA DE NUESTRA VIDA
Moisés no llegó a la tierra
prometida por una vía corta; David no llegó a sentarse al trono de las 12
tribus en un día; Pablo no atravesó hasta el Ilírico en un solo viaje. Sólo
Cristo y Nabal no tomaron tiempo para hacer correcciones a sus caminos. Cristo
porque era perfecto, y Nabal porque era necio
6.
PONGA
A JESÚS COMO RECTOR DE SUS PLANES
Si se centra en su cónyuge,
fracasará; si se centra en la familia, fracasará; si se centra en el dinero,
fracasará; el trabajo, las posesiones, el placer, los amigos, son objetos
equivocados sobre los cuales depositar el control de su vida. Los caprichos,
las limitaciones y el pecado inutilizan tales valores.
Cristo es el modelo que Dios
nos ha dado para diseñar nuestra propia vida, y, él mismo, es el poder en
nuestro interior para darle forma a nuestra vida. Él es la piedra angular que
debe determinar los alcances de nuestra vida. Todos los planes que tengamos tenemos
que ponerlos a la consideración del Señor Jesucristo.
Pastor Moisés Brito Valeras
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