Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. 2 Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
3 Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, 4 que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, 5 y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. 6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto. 7 Luego se apareció a Jacobo, más tarde a todos los apóstoles, 8 y por último, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.
9 Admito
que yo soy el más insignificante de los apóstoles y que ni siquiera
merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero
por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no
fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos
ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo. 11 En fin, ya sea que se trate de mí o de ellos, esto es lo que predicamos, y esto es lo que ustedes han creído.
1. LA RESURRECCIÓN
DE JESÚS ES IMPORTANTE. Hc. 17:30,31
Para la gente de hoy, los hechos no
tienen relevancia, a menos que me afecten y me aporten una utilidad. Pablo
comienza por ahí, habla de la importancia del evangelio: “Mediante este evangelio son salvos”.
Nadie puede negar la maldad que hay en nuestra naturaleza, maldad que
será juzgada por Dios en el juicio final. Cuando llegue ese día, la
resurrección de Jesús nos importará a todos, porque Él será el juez de la
humanidad. No hay manera de escapar de la condenación eterna, a menos que
creamos en el Cristo que vivió, murió, fue sepultado, y resucitó para nuestra
justificación.
2. LA RESURRECCIÓN
ES CONOCIDA POR TESTIGOS.
Hc. 10:40,41
No fue la voluntad de Dios que la
resurrección de Jesús se registrara mediante fotografías, pintura, escultura, o
películas, sino que permaneciera en el conocimiento de la humanidad mediante
testigos humanos. Cristo se aseguró de tener tantas apariciones ante sus
creyentes, que no quedara duda de su resurrección corporal.
Las apariciones de Jesús serían motivo de escritos, predicaciones,
enseñanzas, testimonios y una gran labor misionera.
Jesucristo dejó suficientes evidencias para que los testigos oculares
fueran transmisores eficientes para nuestra fe.
3. CREER EN LA RESURRECCIÓN TIENE BENEFICIOS. Fil. 3:20,21
Hay gente que toma la resurrección
como el tema de los hoyos negros en las galaxias, o la vida en Marte, o la definición
de Plutón. ¿En qué me beneficia creer en ella? Se preguntan. No le encuentran
ningún beneficio hasta que se ven confrontados con la muerte.
Pero, la Biblia dice que para los que creen en Cristo, hay una esperanza
más allá de la muerte. Cristo transformará nuestro cuerpo de humillación en un
cuerpo glorioso, como el suyo.
El mal que aqueja al mundo, donde todo es efímero, enfermizo, imperfecto
y transitorio, tiene una solución, Cristo ofrece una eternidad con nuevos
cielos, nueva tierra y vidas perfectas.
4. UN TESTIGO FUNCIONA COMO UNA VENTANA. Jn.
17:20
Un testigo es un
reportero desde el lugar de los hechos. El testimonio puede ser hablado,
escrito o grabado. Pero debe ser fiel.
El 2 de febrero del año pasado recibimos la
familia Brito una noticia dolorosa, mi padre había muerto. Fue un mensaje por
teléfono. ¿Por qué lo creímos? Porque había un testigo del hecho, mi hermano
mayor había estado allí para asistirlo. Él era un testigo de la muerte de mi
padre y todos les creímos. Su testimonio era una ventana hacia el lugar del
suceso.
Para cuando Pablo escribió su carta, había
cientos de ventanas abiertas que daban evidencias de la resurrección de Jesús.
5. UN TESTIGO EXPERIMENTA
UNA TRANSFORMACIÓN. 1 Co. 15:9
Cuando el apóstol Pablo
se encontró con el nazareno en el camino a Damasco, su vida experimentó un
cambio radical, de ser perseguidor de la iglesia, a ser predicador del
evangelio.
Su carácter, sus creencias, su propósito de
vida, su destino, sus valores, su estilo de vida, todo fue transformado por la
nueva fe que profesaba en Cristo.
¿Cómo podía un hombre tan celoso de su
religión, tan seguro de su ascendencia, tan brillante en su pensamiento y tan
bien posicionado en la sociedad judía, abandonar sus privilegios por una fe tan
aborrecida y perseguida? Su respuesta es que el Cristo resucitado se le
apareció y le dio una nueva misión.
6. LA SALVACIÓN ES
PARA LOS QUE PERSEVERAN. 1 Co. 15:1,2
Pablo advierte sobre la
importancia de mantenernos firmes en el evangelio recibido de él. Repite que
mediante este evangelio somos salvos si nos aferramos a la Palabra que él nos
predicó.
Es frecuente que, por diversas razones,
creyentes se desvíen de la verdad, abandonen el camino y le vuelvan la espalda
al resucitado. La Biblia está llena de advertencias para los que están en
peligro de apostatar: Mt. 24: 10 – 13;
He.2:1 – 3; Ap. 2:3-5.
Si usted siente que su amor se enfría, que
su servicio a Dios decae, que su vida espiritual se ha hecho rutinaria y vacía,
este es el momento de afirmar su fe en el Cristo resucitado.
Pbro. Moisés Brito Valeras
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