16 Estén siempre alegres, 17 oren sin cesar, 18 den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
1. ELIJA CADA DÍA LA ACTUTUD CRISTIANA.
“La actitud de
ustedes debe ser como la de Cristo Jesús” Fil. 2:5.
Los
motivadores han descubierto la importancia de un principio enseñado en la
Biblia, decidir cada día la actitud con la cual viviremos. Usted puede elegir
en cada circunstancia tener la actitud de Cristo. En los versículos anteriores
Pablo habla sobre la actitud que debemos tener hacia los hermanos en Cristo; en
los versículos que siguen habla sobre nuestra actitud hacia la obra del Espíritu
Santo. Aquí nos habla de la actitud interna que debemos tener hacia nuestro
Padre celestial. Dios es un Dios de gozo; Dios está siempre con nosotros para
hablar; Dios hace todas las cosas para nuestro bien.
2. ESTÉ SIEMPRE ALEGRE.
“Ustedes se hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de
mucho sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que infunde el Espíritu
Santo”
1 Ts. 1:6.
Pablo le pide
a los tesalonicenses, lo que ellos y usted, ya han practicado antes. Pero no
importa cuánto tiempo llevemos de ser cristianos, es una actitud que
eventualmente la abandonamos. Tendemos a deprimirnos, amargarnos, enfriarnos
espiritualmente y a apagar el Espíritu.
Recordar los hechos portentosos de Dios del
pasado, mirar a Dios en su Trono celestial, valorar las maravillosas promesas
para el futuro y observar los milagros del presente (3:7-9), nos ayudarán a
permanecer siempre alegres (Fil. 4:4).
3. ORE SIN CESAR.
“No se inquieten por nada; mas bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias” Fil. 4:6
El gozo
constante es producto de la confianza en la providencia de Dios, gratitud por
la obra redentora de Cristo y la obra interna del Espíritu Santo en nosotros.
Mantener esta comunión permanente con el Dios trino se expresa por una vida de
oración.
Una vida de oración significa tres cosas. Primero,
depender siempre de Dios, en el placer y el dolor, en la abundancia y en la escases,
en la vida y en la muerte; Segundo, orar muchas veces (cf. Ro.1:9), mañana, tarde y noche, en diferentes circunstancias y
por diferentes motivos; y Tercero, no abandonar la práctica de la oración. No
caer en tiempos de frialdad espiritual, dejando de orar (Sal. 55:16-18).
4. DEN GRACIAS A DIOS EN TODA SITUACIÓN.
“Ahora bien, sabemos que Dios
dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido
llamados de acuerdo con su propósito” Ro. 8:28.
La
gratitud constituye las alas de la oración. Debemos dar gracias por lo que Dios
ha hecho en el pasado. Por lo que hará en el futuro, tanto si concede lo que
pedimos, o lo niega, porque sabemos que nos dará lo mejor. Dar gracias por lo
que ya tenemos, lo bueno que Dios ya nos ha provisto, y porque nunca nos ha
dado lo que realmente merecemos a causa de nuestro pecado. (1 Ts. 1:2,3).
Dar gracias porque su Palabra es la lámpara
que nos guía en las peores dificultades, y porque su presencia siempre nos sostiene
(Sal. 119:164; Ro. 8:35-37).
5. PORQUE ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS
“Dando siempre gracias a Dios el
Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”
Ef. 5:20.
Mediante
su Espíritu Santo, Dios nos ha otorgado el poder para no ser víctimas de las
circunstancias, sino para ser más que vencedores en todas las situaciones de la
vida.
Decidir estar alegre, orar regularmente y
estar siempre agradecido con Dios, es la forma de vivir una vida cristiana, una
vida saludable (Pr. 15:13; 17:22), emociones equilibradas y una perspectiva con
la óptica divina.
En la vida y en la muerte, debemos recordar
que tenemos un porvenir glorioso, y que fuimos creados en Cristo Jesús para la
gloria de Dios.
Pastor Moisés
Brito V.
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