"En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad." Gálatas 5:22
La palabra griega “pistis” tiene varios significados en el
Nuevo Testamento: confianza, creencia, fidelidad, compromiso. Cuando
relacionamos esta virtud con las dos últimas de las nueve que conforman el
fruto del Espíritu Santo (humildad y dominio propio), nos damos cuenta que
tiene que ver con deberes hacia nosotros mismos.
En una época en que fácilmente se rompen los
votos matrimoniales, cuando las mejores amistades terminan en guerra, cuando
los empleados abusan de la confianza de la empresa, cuando los comerciantes
traicionan la lealtad de sus clientes y los burócratas usan sus posiciones para
la corrupción, esta virtud, debe brillar en la vida de los cristianos.
1. PARA SER AMIGOS DE DIOS.
¡Qué honor el de Abraham, el ser
llamado “amigo de Dios”! (Is. 41:8). La Biblia nos dice que Abraham le creyó a
Dios y fue llamado padre de todos los creyentes. Su relación con Dios se
caracterizó por la comunión, obediencia, confianza, diálogo permanente y
entrega incondicional. Es la clase de relación que debemos cultivar con Dios.
Jesucristo dijo: “Ya no los llamo siervos… los he llamado amigos” (Jn. 15:15),
porque su comunión con nosotros debe ser profunda, de confianza, de
familiaridad. La fidelidad a Dios y sus propósitos nos constituye en sus
amigos.
2. PARA SER CREYENTES MADUROS.
Dios no busca personas perfectas,
pero sí busca personas fieles. No siempre seremos eficaces, pero siempre
debemos ser fieles. Dios requiere en su palabra que los llamados a servir en su
Iglesia sean confiables, responsables, íntegros, diligentes, todo eso tiene que
ver con la fidelidad.
Se debe terminar la tarea que se empieza, cumplir con la palabra dicha, disciplinarse en sus tiempos, tratar con amabilidad a los demás, aceptar con prontitud las tareas. Estas cualidades caracterizan a una persona madura. Muchos quieren ser líderes, supervisores, directivos, gerentes, pero según el Señor Jesús, deben primero aprender a ser fieles.
Se debe terminar la tarea que se empieza, cumplir con la palabra dicha, disciplinarse en sus tiempos, tratar con amabilidad a los demás, aceptar con prontitud las tareas. Estas cualidades caracterizan a una persona madura. Muchos quieren ser líderes, supervisores, directivos, gerentes, pero según el Señor Jesús, deben primero aprender a ser fieles.
3. PARA SER AMIGOS VERDADEROS.
Toda verdadera amistad tiene su base en la fidelidad.
La Biblia dice: “En todo tiempo ama el amigo” (Pr. 17:17). Hay amigos “de
labios para afuera”; amigos “en las maduras”, pero contados son los que superan
los desacuerdos, los que permanecen “en las duras”. Nunca olvidaré las palabras
de un viejo Pastor que, cuando muchos me acusaban de maldad, y la gran mayoría
dudaba de mi inocencia, él se me acerco y me dijo: “No sé si eres culpable o
inocente, pero quiero que sigas siendo mi amigo”. Ese día sentí el abrazo de
Dios por medio de un amigo verdadero.
4. PARA SER TRABAJADORES CONFIABLES.
Todo trabajo que desempeñamos en el mundo es
parte de nuestra vocación como siervos de Dios y debemos realizarlo con
fidelidad. La pereza, la indolencia y la irresponsabilidad denigran la imagen
de Dios en nosotros. No solo debemos buscar brillar en los proyectos grandes,
la Biblia dice que la integridad se revela en las cosas pequeñas (Lc. 16:10) y
en los actos privados (Mt. 6:3).
Los compromisos asumidos deben cumplirse, no porque la tarea en sí lo merezca, sino por la clase de personas que somos, y debemos ser, por nuestra relación con Dios.
Los compromisos asumidos deben cumplirse, no porque la tarea en sí lo merezca, sino por la clase de personas que somos, y debemos ser, por nuestra relación con Dios.
Las recompensas para
los fieles.
- ü Tendrás mayores posibilidades de ascender en tu trabajo.
- ü Dormirás con un conciencia tranquila.
- ü Obtendrás la bendición de Dios en lo que haces.
- ü Te ganarás la confianza de tus empleadores.
- ü La gente se sentirá feliz de tenerte como amigo.
- ü Crearás buena fama para la gloria de Dios.
- ü Serás admirado por tus seres queridos por siempre.
- ü Serás bienvenido por Cristo al cielo con alegría.
- ü Recibirás la corona de justicia de manos del Señor Jesucristo.
- ü Serás un mejor siervo de Dios en la eternidad.
Pastor Moisés Brito Valeras